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El Qi: la energía, aliento del universo.

Qi, Chi, Ki, Prana… distintas y ancestrales tradiciones han utilizado numerosas denominaciones para referirse al fenómeno omnipresente de la energía, el aliento vital que mantiene al universo en movimiento, y por supuesto, que sostiene las funciones fisiológicas de nuestro organismo.

Aún cuando la física moderna, especialmente en relación a los fenómenos cuánticos, ha demostrado hace ya bastantes años aquello que los antiguos sabios reconocían como regla básica de la existencia del universo, esto es, que todo lo que nos rodea esta formado por energía, muy poca conciencia tenemos de esto y rara vez nos detenemos a reflexionar al respecto.

Entonces, introduzcámonos brevemente en el mundo del Qi, tal y como se presenta en la MTC…


“Qi Material” vs “Qi Funcional”

Una de las primeras dificultades que se presentan al hablar de Qi, es que es un término utilizado para denominar indistintamente sustancia y función. De esta forma, se habla por ejemplo del “qi de los alimentos”, es decir, la energía sustancial –nutrientes- que los alimentos aportan a nuestro organismo y que permite el normal funcionamiento de éste, y por otra parte, del “qi de los riñones”, “qi del hígado”, etc., refiriéndose a la actividad funcional de nuestros órganos, manifestada en sus funciones fisiológicas características.

Qi material y Qi funcional son, aunque en apariencia diferentes, inseparables y dependientes el uno del otro: por una parte el Qi material obtenido de los alimentos y el aire que inspiramos sirve de base sustancial –combustible- permitiendo el funcionamiento de los órganos, y por la otra, es el Qi funcional manifestado en el correcto funcionamiento de nuestros órganos, el que permite una adecuada transformación de las sustancias nutritivas adquiridas desde el exterior.


¿Cuántos “Qi” hay?

Siempre teniendo presente que el Qi es uno solo, tradicionalmente y para fines académicos se ha categorizado en:

1.- Yuan Qi: refiriéndose a la energía ancestral o congénita heredada de nuestros padres y que se transmite al momento de la concepción. Esta energía, también llamada “cielo anterior” y contenida en los riñones, nos acompaña toda nuestra vida y según la tradición es la responsable de el desarrollo del individuo y sus cambios a lo largo de su vida: de niño a adolescente, de adolescente a adulto, etc. De la misma forma, su debilitamiento se manifiesta en los signos propios de la vejez, y una vez que se agota definitivamente, se produce la muerte.

El debilitamiento del Yuan qi es inevitable y no se puede detener, sin embargo, un estilo de vida saludable, alimentación adecuada, evitar los excesos, etc, puede evitar un agotamiento rápido de éste conservando la salud hasta una edad avanzada.

2.- Energía Nutritiva o Ying Qi: refiriéndose a la energía sustancial extraída de los alimentos, la cual circula junto con la sangre alimentando a todo el cuerpo. Una alimentación adecuada es fundamental para nutrir y complementar el Yuan Qi, y con ello mantener la salud. De hecho, el kanji de la palabra Qi alude precisamente al aire y a un grano de cereal, significando la importancia de la alimentación en la producción de energía. En MTC la producción del Ying Qi esta a cargo principalmente del Bazo y el Estómago.

3.- Energía Compleja o Zong Qi: proviene de la combinación del aire inspirado por los pulmones y de los alimentos transformados por el Bazo y el Estómago. Esta energía se concentra el en tórax y permite el correcto funcionamiento de los pulmones y el corazón, distribuyendo ambos el Qi por todo el cuerpo.

4.- Energía defensiva o Wei Qi: es una energía más exterior, que circula fuera de los vasos sanguíneos por el exterior del cuerpo, músculos, piel, tendones, etc. y que trabaja como “barrera defensiva” frente a las agresiones exteriores, entre ellas las climáticas. Además controla la apertura y cierre de los poros y mantiene la temperatura del cuerpo.


Funciones del Qi.

Según se puede desprender de lo anterior, al Qi se le pueden atribuir funciones de:

1.- Propulsión, permitiendo el movimiento de la sangre, nutrientes y los líquidos orgánicos.

2.- Defensa, impidiendo la invasión de factores patógenos externos al interior del cuerpo.

3.- Calentamiento, manteniendo una temperatura constante que permita el normal funcionamiento de los órganos.

4.- Homeostasis, manteniendo la sangre dentro de los vasos, evitando la pérdida excesiva de líquidos orgánicos, y en general manteniendo las condiciones de equilibrio interno requeridas para la vida.


Muchos aspectos del Qi pueden sonar esotéricos y hasta mágicos. Sin embargo, no es más que una forma de comprender los procesos fisiológicos del cuerpo humano en integración con el entorno en un contexto muy distinto al que estamos acostumbrados.

Una mirada más amplia, integrando el actual conocimiento científico y las ancestrales tradiciones, nos permiten descubrir poco a poco que más que descartar de inmediato aquello que nos suena “diferente” (un acto tan propio de nuestra “tolerancia” occidental), un poco de reflexión puede aportarnos gran sabiduría a nuestra vida cotidiana… después de todo, no debemos olvidar que el 96% de la composición del universo que nos rodea aún permanece sin explicación. ;)


afectuosamente,

gianfranco maggiolo aguirre

www.acupunturachina.cl

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